Peregrino de la confianza… nos debatimos entre la luz y la sombra… la vida y la muerte… el gozo y el dolor… lo temporal y lo eterno… es inútil hacer preguntas, e inútil esperar respuestas… estamos ante el abismo del Misterio y Dios lleva la iniciativa. Él, sí sabe lo que hace…
El hombre que es eterno, se aferra a ser temporal y ahí está el desnivel que el dolor pone de manifiesto cuando nos hiere… La vida no es para instalarnos… no, la vida es un PROYECTO común, en el que tenemos que implicarnos, al que tenemos que aportar nuestro don…
Dios se hizo hombre para enseñarnos esto: somos hijos del mismo Padre y hermanos entre nosotros… y es con su vida, ejemplo de esta conquista, que el egoísmo y el afán del domino sobre las cosas, nos quita de la vista, desdibujando de la mente y el corazón tan valioso ideal, que tanto aportaría a nuestro vivir de cada día.
Dejemos hablar al silencio del Sábado Santo… es elocuente… estremecedor…
Sólo hay una lámpara en el mundo «LA FE DE LA VIRGEN» que traspasó esta densa oscuridad, con la firme esperanza de que -como lo había dicho Jesús- su Palabra se cumplirá.
La muerte es vencida en su propia muerte, y es viviendo, como conquistamos esa vida verdadera -PARA SIEMPRE- que es el destino al que cada día nos acercamos…
No temamos, abramos el corazón a la fe y dejémonos conducir… nos es dado si nos disponemos… lo hace el Espíritu Santo en nosotros…
Recemos confiados unos por otros. Alumbremos con nuestra fe el camino que transitamos, para que la pequeña luz de cada uno, ilumine la senda de dolor que pisamos y podamos avanzar confiados, mientras salimos de esta oscuridad…
Es dura la enfermedad… son muchas sus consecuencias… la oración es un arma poderosa ¡VENCE A DIOS! seamos perseverantes, insistentes, seguros, firmes… pero sobre todo CONFIADOS ¡ganemos a Dios por la confianza!
Beato Tito, míranos desde el cielo, ¡AYÚDANOS! concédenos lo que te pedimos. AMEN.
Pensemos de nuevo en nuestros enfermos, uno a uno… presentemos al Señor a través de la intercesión del Beato Tito -cruz de guía en nuestro peregrinar- sus dolores… sus temores… su salud… sus familias…
Beato Tito, ruega por nosotros…